Cortijos

 

Hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, un porcentaje elevado de la población del municipio vivía de una manera bastante autárquica en construcciones de dos plantas realizadas con mortero y piedra.

Aunque hay buenas referencias al modo de vida de estos lugares, y publicaciones muy valiosas como la publicada por la Junta de Andalucía: “CORTIJOS, HACIENDAS Y LAGARES, ARQUITECTURA DE LAS GRANDES EXPLOTACIONES AGRAIAS EN ANDALUCÍA”. Y donde se hacen numerosas referencias a varias grandes haciendas del municipio de Íllora como El Soto de Roma, La Torre, El Cortijo Turillas, El Menchón Bajo, etc...está también la otra arquitectura más humilde y difundida donde residían la mayor parte de los vecinos y en condiciones de una autarquía casi completa.

Tanto en uno como en otro tipo de vivienda o hacienda rural, las condiciones de vida estaban supeditadas por la climatología, las posibilidades económicas, el acceso al agua y los recursos y otros parámetros. Sin embargo, no debía de ser esta muy buena vida cuando a partir de la segunda mitad del siglo XX, la población rural sale del campo para emigrar a otras ciudades o países buscando mejores oportunidades de vida.

La mayor parte de construcciones tradicionales (más del noventa por ciento) han desaparecido, bien por reformas o simplemente están en estado de ruinas.
Resulta casi dramático ver las ruinas de una aldea en las laderas de Parapanda, cercana al Cortijo de Don Pedro, donde todas las viviendas han sido abandonadas y ahora son ruinas, excepto una que ha sido acondicionada como vivienda de recreo.

Lo mismo ocurre con La Granja, El Cortijo de Ángel López, El Moral, Parapandilla, Cortijo Turillas, Los Cortijuelos... Haciendas de entidad que en su día albergaron casi poblados en sus muros y daban trabajo a cientos de jornaleros. Hoy en día la mecanización del sector agrícola ha despoblado muchos rincones.

Sólo la finca de La Torre, perteneciente a los Duques de Wellington mantiene parte del esplendor de su pasado

Las viviendas o cortijos pequeños han vivido algo parecido a las grandes haciendas. Muchas de ellas siguen siendo habitadas en la actualidad, habiéndose reformado su estructura original.

 

La arquitectura típica de este tipo de vivienda se basaba en un cortijo con planta baja y primera donde iban “las cámaras”, una suerte de granero-despensa donde se mantenían aperos, granos, alimentos tales como frutas (Caquis, melones, manzanas, sidra, nueces y almendras) o un elenco de vegetales como calabazas, tiras de pimientos, setas secas, legumbres, maíz, harinas, etc. En las cámaras y sobre todo ocupando el hueco de subida de la escalera, se instalaban los trojes, que podían ser de madera o ladrillo y guardaban el grano.
El suelo de las cámaras solía construirse de piedra lasca y si había posibilidades de ladrillo. Arriba, la estructura del tejado estaba construida con vigas de madera y servía para colgar alimentos lejos de roedores y humedades. Dos pequeñas ventanas daban luz a cada una de las dos partes que conformaba la cámara.

La planta baja en muchas ocasiones solía estar cercada por un patio con muros de piedra donde podía haber un acceso a una fuente que suministraba agua a través de atanores, pero eso era cuando menos. Este patio estaba comunicado con las zahúrdas o cuadras del ganado, también junto a un pequeño horno en ocasiones para la fabricación de pan.

La construcción de los cortijos conllevaba una morfología de vivienda que se repite por todo el municipio y comarcas colindantes. La puerta de entrada podía estar dividida en dos partes, justo detrás de ésta, al entrar se encontraba el hueco de la escalera ocupado por unos estantes a modo de repisa y unas cantareras o tinajeras donde se colocaban tinajas con agua, aceite o pringá. El salón o habitación principal no tenía pasillos y conectaba directamente a la calle. Enfrente una chimenea que hacía las veces de calefacción y de cocina, y a ambos lados dos alacenas: en una se colocaba el ajuar y otra era usada de despensa.

El salón tenía una o dos ventanas pequeñas y se comunicaba con una o dos habitaciones (casi siempre una) tras pasar el hueco de la escalera (encalado e impoluto).
La habitación o habitaciones (excepcionalmente) eran estancias pequeñas con cama de hierro, colchón o jergón y una ventana.

Los muros anchos y de argamasa o mortero mantenían la estancia con una temperatura agradable y al ser pequeñas en invierno la chimenea hacía de estas humildes viviendas lugares muy aptos para una vida sencilla y auto sostenible.

Aparte de lo que pueda pensarse, estas gentes tenían sensibilidad y buen gusto dentro de su forma tosca de vida. Así, junto a las paredes del patio interior lucían plantas y macetas, y era común que se usase un parral como soportal. Geranios y gitanillas, vincas y romeros, aliantos y lirios eran las plantas más usadas y de la que aún quedan restos en muchos cortijos ya derruidos.

 

 

A continuación se detallan algunos de los cortijos (pequeños y grandes) que se observan en el municipio.


1. Cortijo Parapandilla.
2. Cortijo del Miguelete.
3. Cortijo de la Trinidad.
5. Cortijo Turillas
6. Cortijo Nuevo.
7. Cortijo Magales.
8. La Cumbre.
9. Cortijo de Andrés.
10. Cortijo de la Roza
11. Cortijo de la Rosilla.
12. Cortijo de Gigueroba.
13. Cortijo los Yeros.
14. El Molinillo.
15. Cortijo de Borrego.
16. Cortijo El Moral.
17. El Romero.
18. Cortijo de la Fuente Madrid.
19. Barranco de la Morenta.
20. Cortijo de Jamanillo Bajo.
21. Las Niñas.
22. Molino de Pedro Malagón.
23. Cortijo la Pereta.
24. Cortijo del Molino del Rey.
25. Cortijo las Angosturas.
26. Cortijo la Zoletera.
27. Cortijo los Hornillos.
28. Cortijo Fuente Abab.
29. Cortijo las Puentezuelas.
30. Cortijo Fuente Grande.
31. Cortijo Peñas Bermejas.
32. La huerta de Alomartes.
33. La Torre (Alomartes).
34. Cortijo de Jorbas.
35. Cortijo de las Nogueras.
36. Cortijo la Picardía.
37. Cortijo Fuente Alta.
38. Cortijo Majanal.
39. Cortijo del Bolinal.
40. Cortijo de Huerta Majada.
41. Cortijo Barranco del salado.
42. Cortijo Casablanca.
43. Cortijo del Hachuelo.
44. Cortijo de Mairena.
45. Cortijo de Moyano.
46. Cortijo de Agueda.
47. Cortijo Las Canteras.
48. Cortijo del Límite.
49. Cortijo Borrego II.
50. Cortijo las Ventanas.
51. Cortijo Ramos.
52. Cortijo las Ventas.
53. Cortijo de Sierra Pelada.
54. Cortijo de la Gitanilla.
55. Cortijo La Perdiz.
56. Cortijo el Rayo.
57. Cortijo Giguerovilla.
58. Cortijo Giguerova.
59. Cortijo Vista Alegre.
60. Cortijo las Chozuelas.
61. Cortijo Manolillo.
62. Cortijo el Espinar.
63. Cortijo el Reloj.
64. Cortijo de Vallequemado.
65. Cortijo Guerra.
66. Cortijo Venta de la Paloma.
67. Cortijo de Los Almendros.
68. Cortijo del Pastelero.
69. Cortijo de Aranda.
70. Cortijo del Guarda del Moral.
71. Cortijo de la Pajuela.
72. Cortijo de Núñez.
73. Cortijo del Periodista.
72. Cortijo de Ángel López.
73. Cortijo de Los Alcachofares.
74, Cortijo de Don Pedro.
75. Cortijo del Moral II, (Junto a los Hornillos).
76. Cortijo de la cuesta.
77. Cortijo de las monjas.
78. Cortijo de Paredes.
79. Cortijo de Tejera.
80. Cortijo de La Higuera.